El dibujo es muy importante para mí, así que esta parte suele ser la más divertida y me siento una niña osada dando brochazos en un lienzo en blanco intentando adivinar dónde se supone que debe ir cada línea.
Inés Jimm (Sevilla, 1996) es una pintora figurativa nacida y criada entre Murcia y Sevilla, pasando la mitad de su vida en Madrid y habiendo vivido también en Londres. Comienza su camino en el arte con la ilustración, que tras estudiar llega a publicar más de 5 libros, dos de ellos como autora. Tras colaborar con varias marcas como ilustradora decide dar el salto a lo que realmente le apasiona que es la pintura, iniciando sus estudios de óleo en Madrid. Ahora reside entre las capitales de España y México desarrollando su actividad.
Inés Jimm ha realizado diferentes exposiciones individuales como Miradas y reflejos, Galería Garna (Madrid) en 2023 o Una historia simétrica, Cofi (Madrid) en 2022. Entre algunas de sus exposiciones colectivas destacan In living memory en 95 Gallery (Madrid) en 2024; Disco PAC, en la feria de arte Estampa con Plataforma PAC o Urnas Kinkis en Espacio Rastro, ambas en Madrid en 2023. La artista también ha sido jurado y artista invitada de Versiona Thyssen en Museo Thyssen (Madrid) en 2024 y ha realizado diferentes colaboraciones con marcas como Filmin, Aquarius, Pronovias, Nike o MINI Electric.
Para conocerte más, háblanos sobre tu formación y tus primeros pasos como artista
Mi primera formación fue nacer en una familia en la que mis padres, ambos, tenían curiosidad por pintar o dibujar. Ninguno se dedicó a ello como profesional pero mi madre fue una persona muy hábil con el dibujo y mi padre pinta cuadros en sus horas libres. Sumado a consumir mucho anime, cómics y libros ilustrados, dibujos animados, creo que esto acrecentó mi interés.
Casi todo niño comienza copiando aquello que ve y que le gusta y ese fue mi caso, en ese entonces yo ya decía que quería ser ilustradora porque quería poder dedicarme a dibujar lo que veía en los libros y así fue como acabé estudiando bachillerato artístico. Recuerdo con mucho cariño a mi tutora de 4º de la ESO de ciencias que me descubrió que cabía esa posibilidad porque no sabía si quiera de su existencia.
Tras esto tuve un gran lapsus en el que con la crisis económica y ya trabajando antes de llegar a la universidad pensé que entrar en Bellas Artes no era una buena decisión y acabé entrando en otra carrera, que no terminé porque entre trabajo y trabajo al final no llegaba a nada. Al final acabé en Madrid, donde tras 10 años y ya con seguridad económica decidí darle una oportunidad a aquello que amaba. Pasé por cursos de tatuaje, Arte Digital, Animación 2D, hice pequeños másters online, workshops presenciales…
Finalmente comencé una mentoría y me introduje a la pintura al óleo con Borja Buces después de haber hecho muchas guarrerías por mi cuenta con otros medios como el acrílico o el gouache. El dibujo era algo que, de manera autodidacta, llevaba mucho tiempo en mi vida, pero ahí empecé a comprender el óleo, sus medios, fases de la historia del arte e incluso artistas que me influyeron más allá de él, por eso estoy muy agradecida. Mi formación no ha sido técnicamente académica pero creo que tampoco busqué eso, siempre tuve muy claro mis referentes y qué era lo que quería hacer.
El lugar donde todo sucede: el estudio del artista. Uno de los lugares donde más tiempo pasas. Donde reinan y conviven el orden y el desorden, las ideas y su materialización, ¿cómo es en tu caso?
En este mismo momento estoy en México residiendo, en España tenía la suerte de trabajar en un espacio compartido en el que estaba prácticamente sola y, aunque disfrutaba mucho al ir a clases religiosamente con más personas y salir un poco de la rutina de aislamiento en la que suele vivir un artista, para mí pintar es muy físico y me muevo mucho, me gusta cantar, poner música a tope, acercarme a la obra, separarme, fotografiar el proceso para volver a estadios en los que me gustaba más y rescatar esas partes, pinto muchas horas pero tomo muchos descansos pequeños, para mí es más fácil mantener la atención así.
Ahora en México tengo una pequeña oficina en el piso que comparto, es un sitio muy diferente así que aún no sé si va a ser la misma experiencia al ser un espacio muy estrecho, pero en general, a parte de cantarina soy bastante ordenada dentro de lo que el óleo te permite (que no es demasiado); de la artista Irene Perez cogí la manía de limpiar mis pinceles en la prenda de ropa que lleve encima así que eso me hace parecer algo menos limpia pero tiene su romanticismo jajaja.
Comenzar una obra o un proyecto siempre es complicado, como enfrentarse al papel en blanco. Cuéntanos cómo es ese proceso de inicio de una obra o proyecto nuevo
Defiendo mucho el instinto. Al pintar figurativo, pero buscar algo gestual dentro de éste, creo que para mí es importante no pensar mucho al comienzo, no me gusta utilizar métodos de encaje. En lo personal no me gusta proyectar, ni la cuadrícula, no es malo ni bueno, sólo una preferencia personal. El dibujo es muy importante para mí, así que esta parte suele ser la más divertida y me siento una niña osada dando brochazos en un lienzo en blanco intentando adivinar dónde se supone que debe ir cada línea, es un reto que me da morbo.
Una próxima meta que tengas en mente y quieras alcanzar
Creo que quiero explorar nuevos idiomas, admiro a la gente que se reinventa y sabe contar lo mismo en diferentes expresiones. Creo que entrar más en contacto con lo abstracto de la mancha –sin dejar la figura humana– es mi siguiente reto con respecto a mi obra.
Con respecto a temas externos a la obra en sí misma, creo que hacer que mi obra viaje por mí, que salga fuera de España y poder exponer en otros lugares del mundo. México me ha acogido muy bien en ese sentido, así que lo estoy saboreando, pero participar en una feria en Asia también me haría muy feliz.
Si tuvieras que elegir sólo una palabra que englobe y defina tu trabajo, ¿cuál sería?
Si me das el comodín de usar un concepto más que una palabra, diría que ’naturaleza humana’. Podríamos hablar de SUEÑO en primera instancia, o de VULNERABILIDAD o INCOSCIENCIA, pero creo que es más complejo que eso.
Para mí, el sueño es un regalo y hay muchos factores que lo hacen tal, no sólo la necesidad de ‘ganarnos’ el descanso en una sociedad capitalista como si no lo mereciésemos desde un inicio; pero también el descanso del papel que jugamos como productos propios en el día a día, la desconexión que tenemos de nuestras propias necesidades, cualidades, preferencias, deseos que sólo se conectan en un momento en el que no podemos elegir, o cómo somos todos reducidos a lo mismo en el momento del sueño, indefensos pero también niños con deseos.
Recientemente te has mudado a México, ¿por qué ha sido la ciudad elegida? ¿A nivel artístico, qué es lo que más te atrae o influencia?
México siempre me atrajo, incluso antes de haber estado físicamente en el país. La primera vez que lo visité tenía miedo de que fuese una de esas cosas que te construyes en tu mente pero que al llegar no fuese como esperaba y, aunque México es muy grande y mi realidad es obviamente parcial, siempre que he estado aquí me han pasado cosas mágicas y desde hacía tiempo, conocerlo a fondo estaba entre mis planes; pero llegó un punto en el que sentí que ocurrían demasiadas casualidades que me arrastraban a considerar más y más la idea de que fuese más que una visita.
Así que lo tomé como una señal del destino y la vida me enseñó que siendo valiente y confiando en el instinto las cosas salían –mayormente– muy bien. En todas estas casualidades, visitas, etc., hice amigos, me recomendaron una residencia concreta. Acabé siendo seleccionada para hacer Cobertizo, siendo la única residencia a la que había aplicado jamás.
Me pareció que era demasiada suerte, así que en ese momento confirmé a todos mis allegados que ya no era sólo una idea loca sino que después de eso me instalaría en Ciudad de México. Además, mi ilusión de poder hacer de mi carrera artística algo internacional fue un factor importante y me encantó ver cómo Ciudad de México está lleno de galerías, que podía aprender de un escenario artístico y sus diferencias con el español.
De todas maneras, la vida de un artista puede ser muy impredecible, así que quién sabe qué pasará el día de mañana. De momento, sentía que tenía que estar aquí y poder conocer otras realidades, exponerme a cosas nuevas para seguir creciendo como artista y persona.
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